“Los Sueños del Aire” contiene 234 páginas, donde se cuenta la evolución de un niño como cualquier otro que desde el primer día creyó en su sueño y lo hizo realidad con mucha esfuerzo, trabajo y dedicación.

El objetivo de este libro es que los más jóvenes sepan que pueden creer en sus sueños trabajando para conseguirlo, como en estas páginas podrán comprobar que si se quiere se puede.

La obra está compuesta por el Prólogo de Manuel Diego Pareja-Obregón, el Prefacio de Andrés López Sánchez y la Introducción de Carlos Gálvez “El Pelijas”.

El libro cuenta como el gran Félix Rodríguez de la Fuente lo cautivó, de como supo buscar soluciones en busca de una formación ante una afición que no era muy conocida.

Habla de como fue capaz de viajar para seguir creciendo en el arte de adiestrar rapaces, relacionándose con otras culturas y otras formas de amar a estas aves.

De como llegó a trabajar para el Club de sus amores, el Club Atlético de Madrid, y en las mejores oficinas que podría existir. Como pudo de esta forma conocer a grandes futbolistas que amaban los colores rojiblancos como el y que al día de hoy los considera sus amigos.

Cuenta la importancia del trabajo que desempeña todos los cetreros del mundo y sobre todo, esa gran familia que forman todos sus amigos cetreros, como así lo cuentan cada uno de ellos.

Nos muestra como vivió el momento en el que fue nombrado “Halconero del Reino de España”, título concedido por el Real Gremio de Halconeros, es una agrupación de cetreros vinculada a la Monarquía hispánica, desde hace al menos mil años. El Rey D. Fernando el Católico mandó alojar este distinguido gremio, en los antiguos Carabancheles de Madrid, hoy plenamente incorporados a la capital de España, siendo unos de sus distritos más populares.

Desgrana la forma que tiene de ver la caza con rapaces, del manejo de sus utensilios y la puesta en marcha de la nueva tecnología para mejorar en sus vuelos.

Nos enseña como se forjó el proyecto del documental “Los Sueños del Aire” y los entresijos de su grabación, así como de su presentación.

Deja constancia de la repercusión mediática en los diferentes medios de comunicación, tanto radio, televisión, prensa escrita y digital que se hicieron eco del trabajo que Jorge desempeña.

En resumen, la vida de Jorge Castaño es el ejemplo del eslogan “nunca dejes de creer”.